Ebria de nuevas elecciones a cada pulso, a cada paso.
Con un bolso cargado de gomas dos banderas y una agenda con ningún deberías anotado.
Como Gretel y Hansel guardo las migas para no encontrarme, como la Despierta Bella le mando al principe convertido en sapo un mesaje de texto, desordeno los cuentos en mi notebook con la firme intención de no rearmarlos.
Y hacia el atardecer desde el octavo piso, con fondo de bandera indigo y rosa, saludo a la hechicera que pasa habitualmente tirándome magnolias a su paso.
Hay que cambiar el chip. Me anoto.
Y borro con el pié la última pena que se perdió en tus brazos.
éste es genial. perfecto. me encanta!!
ResponderEliminarsaludades!