Escala cromática. Ocre y dorado otoño

Cuando el peso dorado de mil hojas
se doblen en tu espalda,
el sol haya bordado
filigranas de miel en torno a tu mirada,
y la mano del tiempo
– ese alquimista –
transforme en joya aquella
nervadura quemante,
tendrás la plenitud
de la savia en reposo.
Cuando en tu piel se lea un pergamino
tallado por mil dedos amorosos,
cuando un anecdotario
de surcos satisfechos
ensanche tus caderas,
habrá solo cosechas.
Diosa de otoño, mujer plena.