Si me preguntan como
empezó todo esto
fue que una rosa oscura
descendió de mi cuerpo
y atrajo con su aroma
los buitres del deseo.
Y aquellos que me amaron
con sus puños de hierro
sobre mi piel desnuda
pintaron arabescos.
Un golpe, una caricia.
Un insulto, un te quiero.
Como hiedra sangrienta
me poseyó el silencio
y tejió mi mortaja.
Atrapada en el miedo.
Sencillamente hermoso!! Saludos
ResponderEliminarEncantador blog el tuyo, un placer haberme pasado por tu espacio.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo
Gracias Jime!
ResponderEliminarLa sonrisa de Hiperión, el placer es mutuo!
Muchas gracias!