El la contempló con su mirada clínica.
Ella yacía con su palidez cadavérica. La mandíbula caída con la boca abierta le daba un aspecto algo macabro.
Pasó una mano delante de su cara y ella no mostró ningún signo vital. Corrió la sábana blanca que la cubría y examinó su cuerpo detenidamente. Los años habían dejado su huella en las caderas, engrosadas por el tejido adiposo y la flaccidez de sus músculos denotaba una vida sedentaria, sin embargo su cuerpo desnudo lo excitaba.
Dos de sus dedos estaban amarillos de nicotina pero él hubiera deseado que esos dedos se movieran para tocarlo.
Un gesto crispado, que parecía permanente, le arrugaba la zona peribucal, pero él hubiera deseado que esa boca se cierre con firmeza sobre su pene.
El vello púbico tenía algunas hebras plateadas y de sus genitales emanaba un aroma fuerte, pero él palpó su vulva aún húmeda y pasó el dedo por el clítoris retraído deseando que ella pudiera sentirlo.
Sintió la erección con toda su potencia. Con cuidado se montó sobre ella de rodillas y lubricó con gel su pene enorme y venoso.
Le costó abrirle las piernas pero lo hizo y entonces la penetró gimiendo de gozo. El interior de su vagina aún estaba caliente y se ceñía, estrecha, aumentando su excitación. Un placer morboso le hizo empujar su miembro con furia, bien adentro, sacando y poniendo, entrando y saliendo con agitado ritmo. En el clímax se inclinó sobre sus pechos y le mordisqueó los pezones fríos y duros. Al sentir cercano el orgasmo sacó el pene y masturbándose derramó parte de su semen sobre la ingle y parte sobre la boca abierta.
Luego se acomodó como pudo a su lado y se quedó dormido.
Cuando se despertó a la mañana ella ya no estaba en la cama.
Desde la cocina del departamento llegaba el aroma a café recién hecho.
- Buen día, mi amor. ¿Llegaste tarde anoche? No te escuché para nada. Estaba tan cansada…caí a la cama como muerta.
- ¡Ya lo creo!
Ella yacía con su palidez cadavérica. La mandíbula caída con la boca abierta le daba un aspecto algo macabro.
Pasó una mano delante de su cara y ella no mostró ningún signo vital. Corrió la sábana blanca que la cubría y examinó su cuerpo detenidamente. Los años habían dejado su huella en las caderas, engrosadas por el tejido adiposo y la flaccidez de sus músculos denotaba una vida sedentaria, sin embargo su cuerpo desnudo lo excitaba.
Dos de sus dedos estaban amarillos de nicotina pero él hubiera deseado que esos dedos se movieran para tocarlo.
Un gesto crispado, que parecía permanente, le arrugaba la zona peribucal, pero él hubiera deseado que esa boca se cierre con firmeza sobre su pene.
El vello púbico tenía algunas hebras plateadas y de sus genitales emanaba un aroma fuerte, pero él palpó su vulva aún húmeda y pasó el dedo por el clítoris retraído deseando que ella pudiera sentirlo.
Sintió la erección con toda su potencia. Con cuidado se montó sobre ella de rodillas y lubricó con gel su pene enorme y venoso.
Le costó abrirle las piernas pero lo hizo y entonces la penetró gimiendo de gozo. El interior de su vagina aún estaba caliente y se ceñía, estrecha, aumentando su excitación. Un placer morboso le hizo empujar su miembro con furia, bien adentro, sacando y poniendo, entrando y saliendo con agitado ritmo. En el clímax se inclinó sobre sus pechos y le mordisqueó los pezones fríos y duros. Al sentir cercano el orgasmo sacó el pene y masturbándose derramó parte de su semen sobre la ingle y parte sobre la boca abierta.
Luego se acomodó como pudo a su lado y se quedó dormido.
Cuando se despertó a la mañana ella ya no estaba en la cama.
Desde la cocina del departamento llegaba el aroma a café recién hecho.
- Buen día, mi amor. ¿Llegaste tarde anoche? No te escuché para nada. Estaba tan cansada…caí a la cama como muerta.
- ¡Ya lo creo!
¡Ya me he apuntao como fiel seguidora! Luego no se me queje ¿eh?.
ResponderEliminarRecuerde: Sigue en pie lo de mi 12% Bueeeeeeeenoooo, se lo dejo en 10% no proteste.
¡Besos!
Y no podía ser de otra manera, estrenando mi nueva casita...¡la galle! jaja
ResponderEliminarEstamos en plena reforma...tenga paciencia
Besos
lILS, REINA, MUCHA MERDE CON LA CASIA NUEVA. YA TE ENLACE EN BE CAREFUL. BESOOOO
ResponderEliminarTe deseo mucha merde para este nuevo proyecto. Sos una gran escritora y te aprecio mucho.
ResponderEliminarMuchos besos.
Tu ex-Checho.
Gloria, DIVINE...Estamos enlazadas entonces. See you!
ResponderEliminarAdrían? porque "ex" ¿se le curó la esquizo? naaaaaa no me haga eso!
me encantó el relato!! qué bien la tensión, la sorpresa y el humor.. salud y merde!
ResponderEliminarGracias Cla! viste que no quedaba taaaaan lejos?
ResponderEliminarY te viniste acá al final eh.
ResponderEliminarY me dió la loca, nomás...!
ResponderEliminarEstoy esperando a ver que hacés vos para agregar tu blog o no....cha chan cha chan!
Estoy armando la versión blogspot de Life is a Piece of Sheet. Aunque por ahora vaya a ser el show del refrito seguramente.
ResponderEliminarSI, ya lo viiiiii!! y para no romper la tradición, soy tu primera seguidora!
ResponderEliminarHolaaaaaaa!!!
ResponderEliminarLils!acá estamos.
Besotes
Betu
Betuniaaaaa!! que lindo! nos vemos!
ResponderEliminarQue final! Muy bueno.
ResponderEliminarEstaba tratando de comentar en tu cuento, ''El pozo'' en blogsclarin y despues vi que te habias mudado, asi que me pase por aca.
Me gustaron muchos los dos. Una pena que no estes más por alla.
Igual serire pasando por aca cada vez que pueda.
Un beso.
seguire! pasando..
ResponderEliminarjejej
Hola King, justamente El pozo es el próximo que voy a reeditar!
ResponderEliminarBesos y nos vemos!
Hola Lils,
ResponderEliminarhace rato que no me daba una vuelta por los blogs de Clarin, y veo recién que te has mudado.
Me gusta mucho tu nueva casa. Se ve primaveral como esta parte del planeta.
Un abrazo
Hey! que lindo Lauris, cuanto que no te veía! En realidad la mudanza es parcial, estoy con un pié acá y otro allá! jaja
ResponderEliminarbesos!
Excelente relato de humor negro. Prometo seguir leyéndote, con la sola condición de que me peermitas que, respetuosamente, te tutee (y que hagas lo mismo conmigo)
ResponderEliminarVolveré, aunque no sea millones.
Por supuesto, Enrique, esto de tratar de usted a los comentaristas viene de clarín blogs, y no se muy bien a que se debe o quien impuso esa costumbre.
ResponderEliminarMe va a encantar que vuelvas.
Besotes!